Friday, July 13, 2007

REPORTERS WITHOUT BORDERS: CALL FOR IMPRISONED JOURNALISTS TO BE RELEASED ON MEDICAL GROUNDS

July 6, 2007

Reporters Without Borders voiced concern today about the health and safety of Cuba’s imprisoned journalists, especially Normando Hernández González, the editor of the Colegio de Periodistas Independientes de Camagüey, an independent news agency, who is still waiting for the special medical release his wife requested for him a year ago because of his poor health.

This concern is heightened by the news of the death on 24 June of 47-year-old dissident Manuel Acosta in Cienfuegos provincial prison, in the centre of the country, where he had been held for three days for “pre-criminal dangerousness.” The authorities said he killed himself.

“How long do the Cuban authorities plan to keep people in prison for working as journalists whose state of health has become incompatible with imprisonment?” Reporters Without Borders asked. “Are they waiting for Hernández to try to take his own life before finally giving him the special release on health grounds that he has been demanding for the past year.”

The press freedom organisation added: “Subjecting ailing people to such treatment, or rather lack of treatment, is to kill them slowly. The gesture we are waiting for from the authorities is not a political one. It is purely humanitarian. The dialogue which Spanish foreign minister Miguel Ángel Moratinos has begun with the Cuban government should focus on this emergency situation.”

The state of health of Hernández, who is serving a 25-year sentence imposed during the “Black Spring” crackdown of March 2003, is becoming more and more alarming, says his wife, Yaraí Reyes. She found him in very poor shape when she visited him on 21 June. He weighed just 53 kilos. His ailments include severe intestinal problems that prevent him eating normally. He also has tuberculosis for which he is not getting the necessary treatment. He has refused to eat several times since 4 March. Reyes requested a special medical release permit on his behalf on 7 July 2006.

Without success.Pedro Argüelles Morán, a journalist serving a 20-year prison sentence, went on hunger strike on 16 June for the right to have the medicines which his family bring him. He was arrested in 2003 at his home in the central city of Ciego de Ávila, where he ran the Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (CAPI), a cooperative of independent journalists.

The prison authorities on the southwestern Isla de la Juventud have been refusing to give independent journalist Fabio Prieto Llorente the treatment he needs for serious pulmonary complications since 10 June. His family says he was hospitalised in May with acute pains in the chest and back and low blood pressure, but the authorities returned him to prison before he had completed all the necessary medical tests. Prieto, who is from Isla de la Juventud, has been serving a 20-year sentence since the “Black Spring.”

José Ubaldo Izquierdo Hernández of the Grupo de Trabajo Decoro news agency is currently in Guanajay prison in Havana province, where he is serving a 16-year sentence imposed in 2003. He is in very poor health and was hospitalised for two weeks in February for circulation problems that caused severe cramping. The doctors prescribed a strict diet that excluded the standard prison food. The prison authorities ignored their recommendation.


Independent journalist Víctor Rolando Arroyo Carmona has been waiting for months for a dentist to repair two broken teeth. After repeated requests, the prison authorities let him have a mouth X-ray but nothing else, his wife, Elsa González, said. He also has high blood pressure but the prison authorities claim they do not have a way to measure it. Arrested on 18 March 2003 at his home in the western city of Pinar del Río, Arroyo is serving a 26-year sentence (one of the longest imposed on a journalist).



The health of José Luis García Paneque, the head of Libertad, an independent news agency based in the eastern town of Las Tunas, has also deteriorated in prison. Held in Las Mangas, near his home town, he was taken to a hospital in Bayamo with severe abdominal pains in June and doctors reportedly found a kidney cyst. His weight has fallen from 86 to 50 kilos because of an intestinal ailment. He has been serving a 24-year sentence since 2003.


Pablo Pacheco Avila, a journalist with the CAPI cooperative who has seen serving a 20-year sentence since April 2003, was returned to prison on 9 June 2006 after 52 days of intensive treatment in the Ciego de Ávila provincial hospital. He was hospitalised again on 26 April of this year for surgery to his right knee.



A political and trade union activist and correspondent in Colón (in Matanzas province) for the news agency Patria, Iván Hernández Carrillo, began a hunger strike on 25 June in “Guamajal Hombres” prison because he is being mistreated by his guards. He is serving a 25-year sentence.




Cuba’s prisons are currently holding 25 dissident journalists, 20 of whom were arrested during the “Black Spring” and were given sentences ranging from 14 to 27 years in jail. After China, Cuba has been the world’s second biggest prison for journalists since 2003.

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Reporteros sin Fronteras está muy preocupada por la seguridad y la salud de los periodistas encarcelados, y en particular las de Normando Hernández González, director de la agencia independiente Colegio de Periodistas Independientes de Camagüey (CPIC), que todavía no ha conseguido la licencia extra penal que, por razones de salud, solicitó su esposa hace un año.

Nuestra preocupación se ve aumentada por la noticia del fallecimiento, el 24 de junio de 2007, de Manuel Acosta, un disidente de 47 años, en la penitenciaría de la provincia de Cienfuegos (Centro), donde llevaba tres días detenido por “peligrosidad pre delictiva”.

Según las primeras informaciones, el preso se suicidó.¿Durante cuanto tiempo piensan las autoridades cubanas mantener en la cárcel a unas personas condenadas por haber hecho su trabajo de periodistas, y cuyo estado de salud se ha vuelto incompatible con el internamiento? ¿Van a esperar a que Normando Hernández González intente poner fin a su vida para concederle finalmente la licencia extra penal que reclama desde hace un año? Someter a unos hombres en estado de debilidad a ese trato, o mejor a esa falta de trato, equivale a hacerles morir a fuego lento. El gesto que esperamos de las autoridades cubanas no tiene nada de político. Es simplemente humanitario. El diálogo iniciado por el Ministro de Asuntos Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, con el gobierno de La Habana, debe tratar esta situación de urgencia”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.

El estado de salud de Normando Hernández González, condenado a veinticinco años de cárcel en la “primavera negra” de marzo de 2003, es cada vez más alarmante, según su esposa. Yaraí Reyes le visitó el 21 de junio de 2007 y le encontró en muy mal estado. Ahora Normando Hernández González pesa cincuenta y tres kilos y tiene, entre otras cosas, graves problemas intestinales que le impiden alimentarse normalmente. También padece tuberculosis y no recibe los tratamientos que necesita. Varias veces, desde el 4 de marzo de 2007, se ha negado a comer. El 7 de julio de 2006 Yaraí Reyes formuló, en nombre de su marido, una petición de licencia extra penal por razones de salud. Sin ningún éxito.

Pedro Argüelles Morán, director de la Cooperativa Avileña de Periodistas Independientes (CAPI), hizo huelga de hambre el 16 de junio de 2007, con el fin de conseguir derecho a recibir las medicinas enviadas por su familia. Detenido en 2003 en su domicilio de Ciego de Avila (Centro), el periodista cumple una condena de veinte años de cárcel.

El periodista independiente Fabio Prieto Llorente choca, desde el 10 de junio de 2007, con la negativa de las autoridades penitenciarias a concederle los tratamientos necesarios para su degradado estado de salud. El periodista, internado en la Isla de la Juventud (Sudoeste), de donde procede, fue hospitalizado el pasado mes de mayo, según su familia. Tiene fuertes dolores en el pecho y la espalda, y la tensión arterial muy baja. Las autoridades le han negado el tratamiento que necesita para una seria complicación pulmonar, y le devolvieron a la cárcel sin que hubieran finalizado los reconocimientos médicos que le estaban practicando. Fabio Prieto Llorente cumple condena de veinte años de cárcel desde la “primavera negra”.

Condenado en 2003 a dieciséis años de cárcel, José Ubaldo Izquierdo Hernández, de la agencia Grupo de Trabajo Decoro, se encuentra actualmente detenido en Guanajay (provincia de La Habana). Su salud se deteriora considerablemente. En febrero pasado permaneció hospitalizado durante quince días, por unos problemas de la circulación sanguínea que le causan fuertes calambres. Los médicos le recomendaron un régimen alimenticio estricto, que excluye la comida que se sirve en la cárcel. Las autoridades penitenciarias no han tenido nunca en cuenta esa prescripción.

El periodista independiente Víctor Rolando Arroyo Carmona espera desde hace meses que un estomatólogo le cure dos dientes superiores, que se le han roto. Tras varias reclamaciones, las autoridades penitenciarias le permitieron tan solo hacerse una radiografía bucal, según su esposa Elsa González. El periodista tendría también hipertensión arterial, pero las autoridades dicen que carecen de material para verificarlo. Detenido el 18 de marzo de 2003 en su domicilio de Pinar del Río (Oeste), Víctor Rolando Arroyo Carmona fue condenado a veintiséis años de cárcel (una de las mayores condenas impuestas a un periodista independiente).

También se ha deteriorado en la cárcel el estado de salud de José Luis García Paneque, director de la agencia independiente de prensa Libertad, de Las Tunas (Este). Detenido en Las Mangas, cerca de su ciudad de residencia, en el mes de junio le habrían trasladado a un hospital de Bayamo, a causa de unos fuertes dolores en el abdomen. Los médicos le habrían detectado un quiste en la parte superior de un riñón. Su peso ha pasado de ochenta y seis a cincuenta kilos, a causa de una enfermedad intestinal. José Luis García Paneque fue condenado a veinticuatro años de cárcel en 2003.

Pablo Pacheco Avila, de la agencia CAPI, salió el 9 de junio de 2006 del hospital provincial de Ciego de Avila, tras cincuenta y dos días de tratamiento intensivo. Le hospitalizaron de nuevo el 26 de abril de 2007, para operarle la rodilla derecha. El periodista fue condenado en abril de 2003 a veinte años de cárcel.

Militante sindical y político, corresponsal en Colón (provincia de Matanzas) de la agencia Patria, Iván Hernández Carrillo hizo huelga de hambre el 25 de junio de 2007 en la cárcel de “Guamajal Hombres”, en señal de protesta por los malos tratos de sus guardianes. Cumple una condena de veinticinco años de cárcel.

En las cárceles cubanas hay actualmente veinticinco periodistas disidentes, de los que veinte fueron detenidos en la “primavera negra” y condenados a penas que van de catorce a veintisiete años de reclusión. Desde 2003 Cuba es la segunda cárcel del mundo para los periodistas, después de China. Reporteros sin Fronteras pide que se conceda a los periodistas detenidos una licencia extra penal por razones de salud.

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