(Fuente:http://www.elpais.com:80/articulo/internacional/Castro/pierden/ultimos/amigos/elpepiint/201004 02elpepiint_3/Tes)
La intransigencia del Gobierno cubano agudiza su aislamiento internacional
MAITE RICO - Madrid - 02/04/2010
Pasó casi inadvertido, pero fue el golpe que más le podía doler a Cuba. El pasado 18 de marzo, el Senado mexicano condenó la muerte del disidente Orlando Zapata y exigió la liberación de los presos políticos en la isla. Fue un revés inesperado porque, si algún aliado firme ha tenido el régimen cubano durante décadas, ése ha sido México. Pero ese día, además, el Senado puso firme al embajador de Cuba, que había presionado para evitar un debate "improcedente" que "podía afectar las relaciones bilaterales".
El embajador tuvo que disculparse, el punto de acuerdo fue enviado a debate en comisión y en el recinto se escucharon inéditas condenas desde la derecha a la izquierda. "¿Cuántos más deben morir en Cuba para que los presos de conciencia puedan ser liberados?", se preguntó Rosario Green, ex canciller del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ex embajadora en La Habana y presidenta de la comisión de Exteriores. México, añadió, "siempre ha estado al lado de Cuba", pero la situación de los derechos humanos no da para más."La Habana está cometiendo muchos errores", dice un funcionario español.
La muerte por inanición del disidente Orlando Zapata, la represión de las Damas de Blanco, la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y las condiciones de los prisioneros políticos han acabado de desmoronar la imagen de un régimen que hasta ahora lograba navegar con patente de corso en aguas diplomáticas internacionales, sobre todo en América Latina. El desplante del Senado mexicano coincidió con una durísima condena del Senado de Chile, seguida de otra de los diputados socialistas chilenos.
Y es que los antiguos aliados de La Habana empiezan a darle la espalda. Un grupo de connotados intelectuales de la izquierda uruguaya ha denunciado en una carta "los hábitos estalinistas" de los Castro. Varios artistas brasileños cercanos a la revolución cubana han pedido la apertura política.
"Estamos sin duda ante un punto de inflexión", afirma el escritor exiliado Carlos Alberto Montaner. "La fatiga frente al Gobierno cubano es tal, que se ha acabado la paciencia. Las cancillerías saben que no tiene sentido seguir esperando a que Raúl Castro haga cambios". Escudado en su papel de víctima agredida, y con la ayuda de un formidable aparato de propaganda, La Habana ha superado otras graves crisis diplomáticas. Pero esta vez, considera Montaner, "la situación no tiene marcha atrás. Ya no es posible para la dictadura revitalizar su imagen".
Los intentos de acercamiento al Gobierno cubano se han topado con un muro infranqueable. Las relaciones con Estados Unidos pasan por su momento más bajo, pese a que el presidente Barack Obama tendió la mano desde el primer momento. Levantó las restricciones a los viajes de los cubano-americanos y retomó las conversaciones bilaterales a alto nivel. Su conclusión llegó hace 10 días: "En vez de aprovechar una oportunidad para ingresar en una nueva era, las autoridades siguen respondiendo a las aspiraciones del pueblo cubano con un puño cerrado".
También el empeño del Gobierno español por impulsar el acercamiento político a Cuba está en un callejón sin salida. La suspensión de la cumbre UE-Cuba, prevista para el próximo martes, ha sido el último episodio de un proceso que está desgastando a la diplomacia española, como se vio con la reciente condena del Parlamento Europeo a la dictadura. "Hemos forzado tanto la mano que nos hemos enfrentado a nuestros socios", asegura un experto comunitario, conocedor del proceso. "Nadie en la UE va a aceptar la modificación de la Posición Común [que condiciona el acercamiento a la isla al respeto a los derechos humanos]".
"Los cubanos no nos ayudan", reconoce una fuente de Exteriores que pide el anonimato. La intención del Gobierno, explica, es establecer un acuerdo bilateral que comprometa más a Cuba y permita a España, y a Europa, "tener algo que decir en el momento de la transición". "Un caso aberrante, como la muerte de Zapata, ha tenido el efecto de un tsunami", añade esta fuente. "El Gobierno cubano está cometiendo muchos errores, lo que demuestra que el tema se les está yendo de las manos y que estamos más cerca del colapso".
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